Para determinar si tu orquídea necesita ser trasplantada, es importante observar cuidadosamente el estado de sus raíces y el crecimiento de la planta.
Si notas que las raíces están abarrotadas en la maceta, creciendo fuera de los orificios de drenaje o envolviendo el medio de cultivo, es probable que sea el momento de trasplantarla.
Además, si la planta ha superado su maceta actual y parece estar limitando su crecimiento, trasplantarla puede ser beneficioso.
Otros signos de que tu orquídea necesita ser trasplantada incluyen la falta de floración, el deterioro del medio de cultivo o la presencia de raíces podridas.
Al trasplantar tu orquídea, asegúrate de usar un medio de cultivo fresco y adecuado, eliminar las raíces muertas o dañadas y proporcionarle un espacio adicional para crecer.
Observa cómo responde la planta al trasplante y ajusta según sea necesario para garantizar su salud y desarrollo continuo.
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